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"Los desiertos y los mares podrán sobrevivir sin nosotros, pero nosotros no podemos sobrevivir sin ellos."
Exequiel Ezcurra
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Los desiertos de Baja California se formaron durante los últimos dos millones de años y se extendieron hacia la península durante los últimos cuarenta mil años. El Mar de Cortés se formó lentamente durante los últimos dos millones de años hasta llegar a su forma actual. Las glaciaciones y los cambios a nivel del mar moldearon lentamente su original espectro de formás de vida. Los mares han sobrevivido y evolucionado todo este tiempo sin los seres humanos, pero nosotros no podemos sobrevivir ahora sin los mares. El desierto ha visto la llegada de los seres humanos, pero sólo recientemente. No nos necesita para aumentar y desarrollar sus originales adaptaciones a la vida árida. Sin embargo, nosotros necesitamos al desierto para sostener nuestras ciudades fronterizas, mantener nuestro medio ambiente a salvo y para conservar la poca y preciada agua que cae en la tierra seca.
El Oasis Marino se enfrenta a su destrucción por causa del desarrollo humano: industrias, turismo, pesquerías, agricultura, desechos, todos infligen una pérdida en la diversidad biológica de Baja California y el Mar de Cortés. Debemos proteger la riqueza de esta región por nuestro propio bien y el de nuestros hijos. Tal vez, de manera más importante, debemos aprender a respetar la naturaleza por sí misma. La conservación no trata sólo de nuestra propia supervivencia, trata también de la supervivencia de todas las especies. Trata de la resistencia de la vida y de la belleza de la Tierra.
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