La conservación transfronteriza significa que países que comparten recursos naturales, plantas o animales trabajen juntos para investigar y gestionar estos valiosos recursos. La conservación transfronteriza es relevante a gran escala. Hay más de 270 000 km de fronteras terrestres entre países en todo el mundo, ¡suficientes kilómetros para rodear la Tierra casi 7 veces! México y Estados Unidos comparten poco más de 3 000 km de frontera.
Y no solo compartimos mucho espacio, también compartimos algunas ecorregiones muy importantes. Dos de las regiones más biodiversas y singulares del mundo, conocidas como puntos calientes de biodiversidad, cruzan la frontera de México – Estados Unidos. La distribución de un inmenso número de especies se extiende a través de las fronteras y dentro de algunos límites administrativos, estas especies transfronterizas pueden constituir la mayoría. Por ejemplo, del total de especies de plantas nativas en el estado de Baja California, México, aproximadamente el 75 % tienen una distribución transnacional y también se encuentran en Estados Unidos.
Las barreras físicas a lo largo de las fronteras pueden tener consecuencias devastadoras para las especies, pero estas barricadas literales no son el único problema. Las medidas de conservación a menudo se restringen a límites administrativos. Entonces, ¿qué significa que una planta, animal o cuenca esté más protegida en un lado de la frontera que en el otro? La asimetría en la protección transfronteriza puede poner en riesgo a especies y ecosistemas debido a la pérdida de la conectividad y por la dilución de los esfuerzos e inversiones en su conservación. El cambio climático complica aún más la situación a medida que los rangos de distribución de las especies continúan cambiando.
Los enfoques de investigación y conservación geográficamente limitados nos dan una perspectiva incompleta que nos lleva a una solución incompleta. Si bien existen grandes desafíos para la colaboración transfronteriza como diferencias políticas, idiomas, gobernanza, reglas de tenencia de tierra y recursos, también sabemos que funciona. Hay casos de éxito.
Por ejemplo, la colaboración entre botánicos de San Diego y de Baja California ha sido crucial para entender la distribución de especies raras como la menta espinosa (Acanthomintha ilicifolia). Gracias a la colaboración binacional, esta especie se registró recientemente en el municipio de Tijuana después de cuatro décadas sin observaciones. Estos nuevos registros ayudarán a crear estrategias para la conservación de las poblaciones de Baja California que sean compatibles con las de California. Y como un gran bono, uno de estos viajes a Baja California condujo al descubrimiento de una nueva especie de Astragalus (Astragalus tijuanensis) y una nueva variedad (Astragalus brauntonii var. lativexillum), que son plantas herbáceas de la familia de los chícharos.
La rana de patas rojas de California (Rana draytonii) era una especie común en el sur de California, hasta que dejó de serlo. El cambio de uso de suelo, los depredadores no nativos y las enfermedades contribuyeron a la desaparición de esta especie en la región. La colaboración transfronteriza ha dado esperanza al regreso de esta rana al sur de California. Este esfuerzo ha contado con colaboradores de Baja California, quienes han restaurado su hábitat para construir resiliencia y reforzar las poblaciones de rana en Baja California y así huevos de rana puedan ser translocados a través de la frontera hacia el sur de California.
La colaboración transfronteriza no es solo para investigadores o funcionarios de gobierno. La calidad de vida de las personas en todos los lados de las fronteras depende de lo mismo: ecosistemas saludables y aire y agua limpios, por ello la participación de todos es clave. Afortunadamente, hay cosas sencillas que las personas pueden hacer. Aplicaciones como iNaturalist nos conectan a pesar de las fronteras físicas. Las personas que pasan tiempo al aire libre pueden tomar fotos de plantas, hongos y animales desde sus celulares y subirlas a la aplicación; las fotos serán identificadas por expertos y se agregarán a una base de datos global. Compartir tus observaciones ayuda a crear datos de calidad para los investigadores que trabajan para comprender y proteger la naturaleza. Los científicos no pueden estar en todas partes, por lo que compartir tus observaciones de sitios a lo largo de la frontera les ayudará a aprender más sobre la distribución binacional de las especies y así estaremos un poco más cerca de lograr su protección.
Escrito por:
Mariana Delgado Fernández, Ph.D., Environmental Consultant, Ecotono Consultoría Ambiental
Michelle E. Thompson, Ph.D., Exequiel Ezcurra Director of Conservation Biology, San Diego Natural History Museum
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Posted by Dr. Mariana Delgado Fernández, Environmental Consultant, Ecotono Consultoría Ambiental.
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